Las sociedades han incorporado modelos de construcción de paz con el propósito de terminar conflictos armados internos y superar regímenes autoritarios. Así, con el fin de lograr la transición hacia la paz, la apertura democrática y mecanismos de justicia, se ha definido una arquitectura institucional desde lo local, regional e internacional.

 

Sin embargo, estos modelos de construcción de paz se han regido bajo el paradigma liberal dominante y el discurso de grupo de interés con poder sobre la definición de la paz. Con ello, se ha pretendido homogeneizar las experiencias contextuales, se han ignorado los diversos procesos locales y comunitarios que también construyen paz desde nociones de buen vivir o (con)vivir. Así, la paz se ha convertido en un campo de lucha, en donde confluyen diferentes sujetos políticos y sus capitales.

 

En dicho campo intervienen los sectores excluidos de la sociedad, quienes exigen garantías de participación política, redistribución económica y social, y/o libre determinación. Igualmente, las víctimas demandan la satisfacción de sus derechos a la verdad, la justicia y la no repetición de las violencias en un marco institucional de justicia transicional. Los sectores excluidos y las víctimas luchan contra grupos de interés que defienden la permanencia de sistemas económicos, políticos y retóricos sobre los derechos humanos y la democracia, con cambios cosméticos a través de lo jurídico.

 

El área estratégica CONSTRUCCIÓN DE PAZ HÍBRIDA pretende acompañar la lucha de sectores contrahegemónicos que buscan irrumpir en el campo de disputa por una paz heterogénea, equitativa, justa, anticolonial y antipatriarcal.